12 ago 2008

A decir verdad, estaban ansiosos por unas vacaciones, por visitar su nuevo hogar que están construyendo en North Carolina que será su base en Estados Unidos, un lugar donde realmente se podrán desconectar y celeberar el Open Championship logrado hace un par de semanas.

Ahora tienen otro trofeo entre sus manos, y Caroline Harrington no sabía que decir.

"Se está transformando en ridículo", declaró riéndose, intentando mantener en su vista a sus hijos Paddy, de cuatro años, y a Ciaran de uno. "Simplemente estoy en shock. Esto es increíble".

La verdad que si.Y al mismo tiempo no.

Tres semanas después de jugar unos segundos nueve hoyos excepcionales para ganar en Royal Birkdale, un cansado Harrington estaba alzando el trofeo Wannamaker, y se había convertido en el primer europeo desde 1930 en ganar el PGA Championship.

Harrington no tenía dudas tras anotar 74 golpes el viernes. "Me quedé sin fuerza, sencillamente no estaba listo para este tipo de campeonato". El domingo recordó, "No veía la hora de terminar mi vuelta. Era probablemente el único jugador que había terminado bogey, bogey y pensaba que había terminado bien.

"Estaba pensando en dejar de jugar por una semana, que es algo que casi nunca hago".

Pero si hemos aprendido algo de Harrington, de 36 años, es que es uno de los jugadores más perseverantes del golf hoy en día. No tiene tanto talento, ni las mismas habilidades que Tiger Woods y Phil Mickelson, y ni siquiera que Sergio García, quien una vez más fue el desafortunado perdedor el domingo.

Pero este hombre tiene caracter. Y por eso su victoria no sorprende. Le encanta cuando su espalda está contra la pared. Terminó con dos 66 consecutivos para ganar este torneo por dos golpes viniendo desde atrás.

"No puedo parar de festejar", dijo el entrenador de Harrington, Bob Torrance de 76 años, cuando se lo contactó a la medianoche en su hogar en Escocia. "Los últimos nueve hoyos fueron increíbles. Acertó muy buenos putts, y eso es lo que hay que hacer para ganar majors. Es uno de los mejores jugadores del mundo porque responde bajo presión".

Y eso es exáctamente lo que le gusta a Harrington. Ganó tres de los últimos seis majors --ni siquiera Woods puede decir eso--, y hoy ya es el tercer jugador mejor ranqueado en el mundo.

Hubo algunas similitudes entre este triunfo en Oakland Hills y el de Carnoustie en el 2007.

En ambas ocasiones, se recuperó de una desventaja y venció a García.

"Sentí una ventaja en términos de mi experiencia", admitió Harrington. "Sentí que cuando llegase la oportunidad, la iba a aprovechar".

Harrington se despertó a las 4:30 a.m. el domingo para completar la tercera ronda, demorada por lluvia, y terminó con 66 golpes tras hacer cuatro birdies en los últimos nueve hoyos. Caroline ni siquiera se presentó, porque pensaba que su marido estaba listo para comenzar a tomarse sus vacaciones.

Hasta Padraig no estaba tan optimista tras ese 66, tras hacer un bogey que en su opinión era crucial en el hoyo 18.

"No estaba donde tenía que estar mentalmente, pero nunca se sabe en la última ronda de un major", explicó el irlandés.

Pero el domingo parecía estar con todas lsa luces prendidas.

Pero quizás el putt del campeonato fue en el hoyo 17, cuando García había dejado su primer tiro a dos metros, y Harrington embocó desde cinco metros para ponerle presión al español, que luego falló su intento.

"Sabía que tenía la oportunidad de ponerle presión, sabía que era un putt muy importante, y que si lo metía probablemente ganaría el PGA", declaró Harrington.

Y así sucedió. Se convirtió en el primer irlandés en ganar este título, y es ahora apenas uno de cuatro jugadores --Walter Hagen (1924), Nick Price (1994) y Tiger Woods (2000, 2006)-- que han ganado en el Open y el PGA en el mismo año.

"Me encanta llegar con posibilidades a los últimos nueve hoyos de un major. Me gusta tanto, que no puedo creer que faltan siete meses para el próximo. No se qué voy a hacer", expresó Paddy.

Bueno, Harrington comenzará a disfrutar de sus vacaciones familiares, y luego comenzará a pensar en la FedEx Cup y en la Copa Ryder.

Pero ahora podrá también disfrutar de su bebida preferida, y podrá elegir utilizar dos trofeos como envase.

Fuente: ESPN.COM
Bob Harig es periodista de golf del Saint Petersburg Times y escribe frecuentemente para ESPN.com. Consulta su archivo de columnas.



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